¿Cómo están? Bienvenidas, bienvenidos: es un gusto encontrarme con ustedes nuevamente por acá. ¿Cómo llevan la cuarenta o el autoexilio? Yo, por primera vez, me siento cansado -con game face pero cansado-. No por el encierro, ¿eh? Por las clases a distancia de mi descendencia. Tres niños consumen mucha hora de Zoom por día y jugar en el departamento de IT no estaba en el contrato 🙃.
Realmente espero que estén mejor que vuestro servidor, llego al fin de semana con la vida cero.
Si sos nuev@ en PMP: muchas gracias por sumarte (no te inquietes, yo estoy muerto pero esta newsletter es pila-pila: acá se viene a pasar bien, ser humano ocupado-deseoso de buen contenido para ver en casa).
Por favor, sentite libre de dejar tus comentarios, y si estás interesado en algún género o contenido en particular, escribime.
El feedback de tod@s ustedes es muy importante. Palabra de boy scout (a pesar de que jamás fui uno de ellos).
Como en el podcast y el programa de video, en cada número de Perché Mi Piace compartiré links a diversos contenidos de plataformas gratuitas y pagas.
Espero que disfruten de las recomendaciones de la jornada, estimad@s cordcutters.
Vamos con el menú de la jornada:
Sincerely (Especial de stand-up, 60 minutos, 2020, louisck.com)
"¿Cómo estuvo su 2018 y 2019?" es de las primeras cosas que paladea Louis C.K. en su nuevo especial: Sincerely. Allí, Louie retorna a la vida tras una serie de escándalos onanistas y, a pesar de la torpeza del primer cuarto del show, él logra demostrar porqué sigue perteneciendo a la realeza del humor.
El show parte de su experiencia post escándalos. Pero a diferencia del de Aziz Ansari (Right Now), Sincerely funciona. Florece a partir de las faltas de Louie, y hace oro de la noción de los verdaderos amigos, la cremación de su madre, la idea de pedofilia en niños con alma de viejo, el anacrónico concepto de retardado, Francia y los termómetros, el envejecer, la muertes y los veganos.
Sincerely puede ser alquilado o comprado desde la web de Louie C.K.
Si les resulta ofensivo ver el especial de Louie, quedan invitad@s a ver uno de los mejores shows de comedia del año: You're Doing Great! de Tom Pappa.
Tom Pappa es un hombre de familia que acepta el presente, que se banca el derretimiento físico y, en una hora, reflexiona sobre la paternidad, las redes sociales, las mascotas, Staten Island y los “viejos buenos tiempos”. Un verdadero lujo. Pappa es un geómetra del humor.
Your Are Doing Great! (Especial de stand-up, 60 minutos, 2020, Netflix)
Ya que hablaba de muertos vivientes y de Netflix, lo siento: debo hacer foco en una de mis adicciones:
¿Por qué interesan tanto los muertos vivientes? ¿Es porque sus relatos funcionan como un laboratorio para investigar la conducta humana? ¿O será porque las ficciones de zombis nos obligan a reflexionar sobre escenarios apocalípticos?
A pesar de su potencial humorístico, el zombi es una criatura más que apta para el thriller e indisociable del género de terror. Ellos son más, pueden estar por cualquier lado y es casi imposible detenerlos en un combate mano a mano.
“Un zombi clásico, un zombi lento, es tan poco amenazante como una piraña lejos de su cardumen”, podría afirmar un nerd arrogante, mientras crea figuras de humo. Pero la comparación sería mala, insuficiente, ya que a los zombis no se les teme por la mordida en sí o porque puedan matar provocando dolor: lo aterrador del zombi son las consecuencias del contacto con sus dientes (y, dependiendo del caso, con sus fluidos corporales). Esta clase de no-vivientes móviles sacian su hambre y evangelizan: transforman al humano lacerado en un par, en zombi. En un ente sin memoria, destinado a caminar.
Lo atroz de esas alimañas es que tienen el potencial de provocar que cualquiera termine no-muriendo y padeciendo algunas de las consecuencias de estar muerto (siempre que no se crea en la reencarnación o en la vida después de la muerte). El mordido, el nuevo “walker”, dejaría de tener consciencia de que existió, de que fue persona. Su vida culminaría pero el hambre quedaría en pie, y ese mismo deseo, esa misma necesidad, llevaría al infectado a recorrer el mundo en busca de un nuevo ser vivo mientras su cuerpo se descompone en la cacería de carne. Hablando mal y pronto, se estaría no-muerto con muchas desventajas. La eternidad asociada al paraíso quedaría bien ordenadita en la góndola de la ficción y la “zombitud” se impondría como un cheque diferido, como un enorme chiste que dilata lo inevitable –el cesar de existir- sin ofrecer ventajas como contrapartida.
El zombi no se enferma, no necesita descansar ni de beneficios sociales; es claramente gregario pero se pudre, se desintegra paso a paso. De modo más lento que cualquiera de nosotros, no cabe duda, pero con un toquecillo más de fragancia para moscas y larvas.
¿Valdría la pena ganar tiempo, rozar el infinito si el precio es dejar de ser quien se es? ¿La consciencia no-compleja vale la pena? No. Creo que no. Como zombi, la vida se reduciría a un deseo y al accionar y reaccionar a consecuencia de él (sería la peor de las adolescencias).
Ok, la pudrí. Va el aviso: tienen dos temporadas de Kingdom para ver en Netflix. Dios bendiga a Corea del Sur.
Último brote nerd de la jornada. Compartiré un puñado de joyas de YouTube:
¿Vieron esta intro de Los Simpson?
No dejen de explorar el canal de Pixar. Allí tienen varios “SparkShots”:
Y recuerden que en el canal de Sony Pictures Animation pueden ver “Hair Love”, el mismísimo corto que ganó el Oscar en la última edición de los Premios de la Academia:
#Rewatchables 👀
Si no saben qué volver a ver, dejo tres obras que son una garantía:
50 First Dates/50 Primeras Citas/ Como si fuera la primera vez (Comedia romántica. Dirección: Peter Segal, Guión: George Wing, Intérepetes: Drew Barrymore, Adam Sandler & Rob Schneider, 1h39min, 2004, Netflix)
Training Day/Día de entrenamiento (Thriller. Dirección: Antoine Fuqua, Guión: David Ayer, Intérpretes: Denzel Washington & Ethan Hawke, 2h2min, 2001. Netflix)
Meet Joe Black/¿Conoces a Joe Black? (Thriller romántico- fantástico. Dirección: Martin Brest, Guión: Ron Osborn, Jeff Reno, Kevin Wade, Bo Goldman, Intérpretes: Brad Pitt, Claire Forlani y Anthony Hopkins, 2h58min, 1998. Netflix)
¡Buen finde!
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